lunes, 12 de abril de 2010

-La plaza bicentenario va, pero…


Después de unas muy breves vacaciones, bueno es ponerse al corriente de los acontecimientos políticos que roban la tranquilidad y el sueño de muchos tabasqueños, es por eso aunque con un poco de letargo tomamos pluma y papel para retomar los temas de la agenda local.

Lo que mal comienza mal termina dice un dicho popular, digo lo anterior porque la tan cacareada Plaza Bicentenario ya ha tenido sus contratiempos. Como lo mencionamos anteriormente, esta obra sólo tiene como finalidad ensalzar el ego de quienes gobiernan la entidad y tienen interés en proyectar su imagen para obtener dividendos políticos con miras al 2012. Pasar a la historia de alguna manera ha sido práctica común de los gobernantes en casi todas las edades, unos más extravagantes que otros como la obra megalítica de Stonehenge que data de la edad de bronce y hasta la fecha nadie conoce su significado o utilidad. Para nuestros gobernadores es un lujo que no pueden pasar por alto.

Es por eso que habiendo tantas necesidades en Tabasco, se derrochan millones de pesos en obras de relumbrón que en poco o en nada benefician a los ciudadanos. Así lo hizo Manuel Gurria con el puente peatonal que une al centro con la populosa colonia Las Gaviotas, se gastó más que si hubiera hecho el puente vehicular, pero tenía prisa pues sólo estaría 3 años. Roberto Madrazo en todas las obras que hizo grabó subliminalmente su imagen aunque para ello tuviera que modificar el escudo de Tabasco. Manuel Andrade en la malograda autopista que conduce al municipio de Paraíso y que nunca ha sido concluida en su totalidad, pues hasta la fecha sólo funciona como tal en algunos tramos, grabó sus iniciales en un monolito mejor conocido como el ñoñomento, también lo hizo en el escudo de Tabasco que diseñó en el hospital de la mujer. Dado este antecedente no se podía esperar menos del actual gobernador.

Qué lástima que el séquito de aplaudidores no lleven a los gobernantes adonde está la urgente necesidad del pueblo, donde se encuentran los problemas de desnutrición infantil, a las escuelas donde los niños no cuentan con un pupitre digno para sentarse y reciben sus clases en el suelo, o a las clínicas de salud donde no tiene ni médicos, ni medicinas, ni equipo. Siempre se ha acostumbrado que cuando el gobernador del estado llega a las comunidades se pinten muy bonitas las banquetas, se adornan los parques o se consiguen mobiliarios prestados para equipar a las escuelas, para que estos señores vean todo muy bonito, no vayan a sufrir una frustración como gobernantes y caigan en depresión porque no pueden con el paquete.

De ahí la insensibilidad de los políticos a los problemas de la sociedad, pues se les pinta un cuadro diferente a la triste realidad en la que viven sus gobernados. Y como por otra parte les gusta engañarse solos, tratan de imaginar y hacer creer a propios y extraños que vivimos en un país de primer mundo, donde lo que le hace falta al pueblo es diversión y recreación, es decir, pan y circo, o mejor dicho puro circo.

Esta plaza bicentenario, para comenzar afectó en sus economías a los comerciantes aledaños a la zona, estos se quejaron que al haberlos dejados encerrados dentro de esas vallas metálicas sus ventas se desplomaron y quedaron en total indefensión. A los inocentes peatones se les expuso al caminar por la calle 27 de febrero a ser atropellados o asaltados en esos callejones ideales para los que les gusta delinquir, pues la banqueta donde podría caminar con toda seguridad quedó encerrada en este cerco infame. ¿Quién apoyará a esos comerciantes que resultaron perjudicados? ¿Quien auxiliará económicamente a los peatones si son atropellados?

Para realizar una obra pública, La Ley de Obras Pública del Estado de Tabasco dice, en su Artículo 19 fracción II, que se deben observar los siguientes criterios: “Considerar, de manera jerarquizada, las necesidades estatales, regionales, municipales y de beneficio social, ambiental y económico que estos representen, así como también tomar en cuenta en los proyectos las características ambientales, climáticas y geográficas de la región donde deba realizarse la obra pública”

¿Qué beneficio traerá esta obra para los tabasqueños? Sin duda no se tomó en cuenta este criterio, aunque ahora se quiera justificar de mil maneras. Para nadie es un secreto que estamos en apuros económicos, sino que lo digan los presidentes municipales a quienes se les mochó el presupuesto. El gobernador hace poco hizo un llamado a los consejeros electorales del IEPCT para que se aprieten el cinturón, pero aquí vemos que no hay tal austeridad al construir una suntuosa obra donde se destinarán más de cuarenta y ocho millones de pesos y sin ningún beneficio real que la sustente.

Sigue diciendo la citada ley en el mismo artículo, en la fracción XII “Tomar en cuenta, en su caso, la opinión de la comunidad sobre la obra así como la disposición para aportar económicamente o colaborar en la misma” nunca se tomó en cuenta a los comerciantes de la zona, ni a las familias que dependían económicamente de ellos, les asestaron un golpe duro y ellos ni por enterados. Algunos de plano ya cerraron sus negocios y al no contar con ningún apoyo tendrán que buscarle por otro lado, pero ¿qué necesidad?

Además tienen enfrente otro problema con los constructores inconformes, pues el empresario Alejandro de la Fuente Godínez representante del Grupo Corporativo Berel ya demandó ante la Secretaria de la Contraloría, ellos piden que se les dé un trato igualitario y que se resuelva su demanda en base a criterios legales no políticos. Dicen estar dispuestos a recurrir a las instancias legales que sean necesarias para limpiar el proceso de licitación. Todo se originó porque al parecer hubo la consigna de beneficiar a un contratista afín al gobierno del estado y esto viola la ley de obras públicas, acusan pues la convocatoria fue confusa y con dedicatoria. Ahora falta ver si habrá o no transparencia en este espinoso caso. En fin veremos. joaquinperegrino@hotmail.com

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